miércoles, febrero 22, 2006

:: :: Juegan con 'Piedras de Luna' por Julieta Riveroll


Las minificciones de Amélie Olaiz son ricas en ingenio y humor, comentó Adriana Jiménez, quien ha dirigido diversos talleres literarios, como el fundado por Elena Poniatowska, durante la presentación del libro Piedras de Luna en la Casa Frissac.
"Donde mejor está Amélie es cuando juega", agregó Jiménez, asesora de los autores Daniel Sada y Rosa Nissan, tras celebrar que su alumna demuestre gran receptividad a sus consejos, como en la reciente escritura de una novela histórica, donde evidencia madurez.
Algunos de los relatos breves incluidos en Piedras de Luna (Editorial El Viejo Pozo) son metaliterarios, es decir, que reflexionan sobre la literatura misma, y otros están condicionados por la lectura de Olaiz, estudiante de filosofía budista, sobre textos orientales, en opinión de la tallerista.
Jiménez fue quien examinó con mayor detalle de todas las presentadoras, incluyendo a Poniatowska y a Mariví Cerisola, este libro. Incluso cuestionó el gran peso de un narrador omnisciente por considerar que le resta verosimilitud a los minicuentos.
"Cierta voluntad de aleccionar gana a la intención de hacer ficción", dijo Jiménez, aunque reconoció que la brevedad de un escrito demanda perfección y que Olaiz consiguió varios textos de gran eficacia y redondez.
Poniatowska destacó el erotismo de estos relatos y la reflexión sobre la condición femenina, manifiesta en el epígrafe de Simone de Beauvoir donde se habla de la dificultad de la mujer para encontrar en el amor fuente de vida y no de peligro mortal.
"¡Cuánta admiración por estos poemínimos que dicen en un santiamén lo que no logramos decir a lo largo de toda una vida!", señaló la autora de Tinísima y Hasta no verte Jesús Mío en su discurso que aparece reproducido en la cuarta de forros.
Cerisola, escritora y amiga de Olaiz, también puso de relieve la fuerza y originalidad de las 48 minificciones de Piedras de Luna.
Varios de ellos escritos al vuelo y otros con semanas de trabajo detrás, que su autora quiso publicar al convencerse de la necesidad de que el proceso creativo culmine mediante su exposición al público.
Olaiz ha sido alumna de talleres literarios impartidos por Mónica Lavín, Rosa Beltrán, Poniatowska y Jiménez. Es diseñadora gráfica e industrial y fue docente de universidades como la Iberoamericana y la Intercontinental.
Entre sus minicuentos está Jaque a la reina, que dice "El Rey, perturbado por sus batallas internas, cometía errores de juicio.Su reina, desconcertada, se volvió para mirarlo con infinito amor; después salió del tablero."